
A pesar de estar en invierno, son muchos los que toman helados o se deleitan con un granizado que está muy bueno. Por eso, si eres un amanta del té, ¿sabes que el té también se puede tomar frío?
El té frío para el verano (o cuando tú quieras)
Hay algunas variedades de té que suelen estar mucho más buenas frías que calientes. Un ejemplo puede ser el té piña colada, un té que te encantará por el sabor si lo tomas caliente pero, si lo haces frío, te volverá loca.
Otro de los tés que gusta mucho frío es el té verde. Es por eso que hoy te vamos a dar la receta para preparar un granizado de té verde para esos días de más calor. ¿Quieres hacerlo?
Ingredientes listos
Lo primero que necesitas para hacer un granizado de té verde es, sin duda, el té verde. En realidad puedes escoger cualquier té verde que te gusta (que, como ves, en Medievo Granada tenemos muchos).
También necesitas un poco de azúcar (o sacarina líquida, lo que prefieras).
A hacer el té
Una vez tienes todo es hora de hacer el té. Hazlo como lo sueles hacer normalmente aunque te recomendamos que, en lugar de una taza, hagas más para que tengas de sobra. Una vez hecho, échale el azúcar o la sacarina y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
Tras unas horas
Después de esperar unas horas podrás notar que la infusión se ha enfriado y es lo que queríamos. Vuélcalo todo en un recipiente que puedas congelar y mételo en el congelador.
En una media hora tendrás que sacarlo y, con un tenedor, ir rompiendo el hielo que se va formando. Es una manera de que no se haga un bloque propiamente dicho porque irá de nuevo al congelador por otra media hora (haciendo lo mismo) y después una hora más (y de nuevo le das con el tenedor).
Esto no quiere decir que no puedas dejar que se congele del todo, pero servirá para que, a la hora de sacarlo, te sea más fácil romper el hielo.
Y listo
Ya tendrás preparado tu granizado de té verde para consumir cuando tú quieras. Solo te recomendamos sacarlo del congelador un poco antes (dependerá de si hace mucho calor o poco) para que se descongele algo y sea más fácil echarlo en un vaso.