
Seguro que has venido a nuestras tiendas de Medievo Granada en la ciudad, o quizá has comprado por Internet, y uno de tus tés es el té verde.
Muchos, ponen el agua a calentar y, cuando avisa la tetera o el microondas, lo quitan y echan el té pero, ¿sabías que eso no es lo adecuado? ¿Sabes que cada té tiene una preparación especial para conseguir el mejor resultado?
Si has comprado té verde, o es uno de los tés que vas a comprar, entonces esto te interesa.
Preparando té verde
En general, en todos los tés la temperatura del agua afecta en gran medida para obtener un té de calidad. Por ejemplo, si el agua está demasiado caliente, entonces el té sabrá amargo y su aroma apenas será percibido. En cambio, si la temperatura es baja, o frío, no vas a obtener el sabor del té verde, y te resultará insípido.
Entonces, ¿cuál es la temperatura del té verde? Pues entre 60 y 85 grados. Ni más, ni mes. Es el mejor momento en que el té verde estará más rico porque, si bien influye también el momento en que se cosechó y cómo se manipuló, con Medievo Granada sabes que no tendrás problema en ese sentido pues nuestros productos son de calidad.
Un té verde bien hecho tiene que tener un sabor dulce y algo complejo. Ese es el resultado que hay que obtener. Para ello, la mejor forma es utilizar un termómetro para medir la temperatura que haya en el agua. Otra opción, es calentar el agua a ebullición y después esperar hasta que se vaya enfriando. Sin embargo, esto es más problemático puesto que vas a necesitar el termómetro de todas formas.
Ahora bien, ¿calentamos el agua en su punto y ya está? No. Hay que dejar el té verde un tiempo corto, porque, cuanto más lo dejes, más amargo sabrá.
En el caso del té verde, si es japonés, debe estar 1-2 minutos en el agua. No más. En el caso del té verde chino, entonces sí tendrá que estar de 2 a 3 minutos debido a que sus hojas son más pequeñas que los tés japoneses.